Nota del Transcriptor:
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NOVELA HISTÓRICA ORIJINAL
DE
JOAQUÍN LEMOINE.
SANTIAGO:
IMPRENTA DE LA LIBRERIA DEL MERCURIO
de A. y M. Echeverria.—Morandé, 38.
1875
SEÑOR BENJAMÍN VICUÑA MACKENNA.
Estimado Señor
Me permito dedicar a Vd. este modesto ensayo literario,fruto de dos veladas veraniegas, en testimonio deaprecio, respeto i consideracion.
El Autor.
Es imposible que un corazon jóven deje deamar la libertad bajo todas sus formas. Poreso amamos nosotros la causa santa de laindependencia de las repúblicas de América.
Pero debemos confesar, en obsequio de laverdad, que entre el pabellon de las banderasamericanas que simbolizan la libertad i lanacionalidad de esas repúblicas, ninguna hadespertado mas nuestro interés, desde queéramos niños, que la bandera cubana, porlo mismo que la hemos visto, con tristeza,flamear en manos de una nacion cautiva, quelucha heróica por romper sus cadenas.
Hé aquí por qué, en una ocasion solemnedeciamos, entre otras cosas, lo siguiente:
"Miembros de la misma familia que lanuestra, los bizarros hermanos de Plácido,tienen las mismas propensiones i el mismoderecho al desarrollo de la libertad; i sicausas estrañas les han impedido asistir alpróspero festin del progreso político, lalójica de la fraternidad nos obliga a reservarlessu asiento, o mas bien, a contribuirpara que lleguen a él. La independencia i eldogma de la soberanía popular, bases de lateoría social de todos los estados americanos,no puede ursurpársele a la isla batalladorade Cuba, sin herir su conciencia íntima iseguir un rumbo contrario a la corrienteincontrastable del progreso humano."
"Sin embargo, el atrasado espíritu delespañol moderno, que parece haber heredadotodos los vicios sin poseer las virtudes delantiguo i caballeresco hidalgo, se empeña enconsumar en aras de la civilizacion, el menguadosacrificio de la perla de las Antillas,agraviando a la faz de la América, la humanidadentera."
"La revolucion de Cuba es una sombriatrajedia que se desenvuelve ante la fria espec[Pg 7]tacionde un mundo estóico, i en la que,mientras el bravo isleño cruza su espada conel enemigo i quema sus cartuchos en el mascompleto aislamiento, el gabinete de Washington,de lo alto de la Casa-Blanca, i lospueblos vecinos desde el fondo del golfo deMéjico, contemplan impasibles ese siniestroespectáculo, como si se tratase de las cambiantesluces de los fuegos de Bengala, al mismotiempo que las diferentes secciones delcontinente de Bolívar i San Martin, mirana la isla que está jugando sus destinos, con laserenidad del que divisa una roca atlánticabatida por la tempestad!.."
"Ahora bien, hubo en esa trajedia sombria,de que acabamos de hablar, un personaje quedescollaba, en la escena, llevando en sucorazon el ardiente sol los de trópicos; unpersonaje que hasta ahora se le contempla aunal través de la distancia, i envuelto por l