Nota del Transcriptor:
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M. RIGOBERTO PAREDES
PRÓLOGO
DEL DR. BELISARIO DIAZ ROMERO
ARNO Hermanos.—Libreros Editores
La Paz.—Imp. Artística.—Socabaya 22.
MCMXX
Al ilustre escritor y abnegado propagandista deestudios históricos y geográficos de Bolivia
Don Manuel V. Ballivián
Dedica esta obra—
El Autor.
El autor de este libro, D. Manuel RigobertoParedes, nos ha honrado con el encargo de precedera su obra por un corto juicio acerca de ella.
Tan delicada comisión la realizaremos conel mejor gusto, aun cuando reconocemos nuestrainsuficiencia y escasos merecimientos en una laborde esta naturaleza, labor que habría podidollevarla a cabo con mayores prendas de aciertoquien poseyera, es claro, una vasta preparación enel dominio de la sociología boliviana. Pero si voluntadnos sobra, en cambio, lo que seguramenteha de faltarnos será la competencia especial queexigiría el análisis del medio ambiente en que sedesenvuelve la psicología de toda una raza, muydifícil de caracterizarla en sus polícromos matices,cual es la raza aymara-khechua, objeto de las in[ii]vestigacionesdel minucioso observador que haquerido dejar a los futuros estudiosos de nuestropaís, el dossier o autos del proceso, con el que sepuede juzgar la psiquis nacional aborígene.
El libro que nos honramos en presentar hoyal público lector, no es uno de aquellos que se escriben,como si dijéramos por pasatiempo; precisamenteno, es el fruto de largos años de exégesisatenta y controlada en el teatro mismo de la acción,o sea de la convivencia y contacto con elpropio elemento étnico cuyo espíritu se trata deescudriñar. El autor ha nacido, ha pasado suexistencia casi toda, en medio de las capas socialescuyo folk-lore ha querido desentrañar, dándosecuenta exacta del psiquismo tan enrevesado denuestro pueblo.
Los estudios que son el objeto de estaobra, ningún autor boliviano los había emprendidoantes que el doctor Paredes, porque dado el carácterfrívolo de nuestros compatriotas, cosa quetenemos que enrostrarnos, duélanos cuanto sea,¿quién hubiera sido el zamacuco (en conceptofilisteo se entiende) que se preocupe de las abusiones,(bolivianismo puro), creencias y tonteríasde los indios? Nadie que no esté tan desocupadoo pierda su tiempo en averiguar y describir asuntosinsulsos como esos. Mas, contemplando concriterio racional y no de calabaza, el género de laboresa que se entregara el autor, ¿puede supo[iii]nersepor un segundo siquiera, que él ha perdidolamentablemente su tiempo? Nequaquam domini!;precisamente, no ha podido emplearse mejorun talento alimentado y bien nutrido en el espíritucientífico de nuestro siglo, un talento observadory sagaz, patriota, diligente y concienzudo a la vez;un talento, decimos, que posea esas bellas cualidades,no pudo tener más plausible dedi